Los cortometrajes pueden ser herramientas efectivas para mejorar la comprensión de nuestras emociones y las habilidades sociales en niños/as que carecen de estas habilidades. La combinación de narrativas visuales y auditivas facilita la enseñanza de emociones y situaciones sociales de manera accesible y atractiva. A continuación, se presentan estrategias respaldadas por evidencia científica sobre cómo los cortometrajes pueden beneficiar a estos/as niños/as:

1. Uso de Modelado en Video
El modelado en video consiste en mostrar a los/as niños/as grabaciones donde se representan comportamientos específicos que se desean enseñar. Este método ha demostrado ser eficaz en la enseñanza de habilidades sociales a niños con trastornos del espectro autista (TEA). Al observar situaciones sociales en cortometrajes, los/as niños/as pueden aprender y replicar comportamientos adecuados en contextos reales.
2. Enseñanza de la Comprensión Emocional
La identificación y comprensión de emociones son fundamentales para el desarrollo de habilidades sociales. Los cortometrajes que muestran expresiones faciales y situaciones emocionales permiten a los/as niños/as reconocer y etiquetar emociones, mejorando su empatía y respuesta emocional. Estudios han demostrado que la enseñanza dirigida a la comprensión de emociones y creencias puede producir efectos positivos en las habilidades sociales de estos/as niños/as.
3. Fomento de la Teoría de la Mente
La teoría de la mente es la capacidad de entender que otras personas tienen pensamientos, creencias y emociones diferentes a las propias. Los cortometrajes que presentan personajes con diversas perspectivas y estados mentales pueden ayudar a los/as niños/as a desarrollar esta habilidad, esencial para la interacción social efectiva. Intervenciones educativas centradas en la comprensión de emociones y creencias han mostrado mejoras significativas en esta área.
4. Integración de Música y Narrativa
La combinación de música y cuentos en cortometrajes puede facilitar el aprendizaje y la retención de habilidades socioemocionales. Este enfoque multisensorial es especialmente beneficioso para niños/as con neurodivergencias, ya que la música puede actuar como un facilitador en la comunicación y expresión emocional.
5. Implementación de Programas Educativos con Cortometrajes
Diseñar programas educativos que utilicen cortometrajes como herramienta principal puede ser una estrategia efectiva. Estos programas pueden incluir actividades complementarias, como discusiones guiadas y ejercicios prácticos, para reforzar las habilidades observadas en los videos. La robótica educativa también se ha utilizado para trabajar la comprensión emocional en niños con TEA, lo que sugiere que la tecnología, en general, puede ser una aliada en estas intervenciones.
Conclusión
Los cortometrajes ofrecen una plataforma visual y auditiva que puede ser aprovechada para mejorar la comprensión emocional y las habilidades sociales en niños/as. Al seleccionar contenidos adecuados y estructurar actividades complementarias, padres y educadores pueden utilizar estos recursos para facilitar el desarrollo socioemocional de estos/as niños/as, respaldados por evidencia científica que avala su eficacia.
En nuestras sesiones utilizamos esta poderosa herramienta para desarrollar la empatía, entender nuestras emociones y las de los demás, desarrollar la cognición social y la resolución de conflictos. Hemos desarrollado un programa completo basado en cortometrajes para nuestras intervenciones, que da un magnífico resultado, os animamos a todos/as los/as profesionales a probar esta técnica.
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