Cómo usar cortometrajes para educar en valores y fomentar el bienestar emocional

Introducción

Los cortometrajes son herramientas poderosas para acercar a niños y niñas al mundo de las emociones y las habilidades sociales de forma visual, sencilla y muy entretenida. A través de historias cortas, pueden identificarse con personajes, reflexionar sobre situaciones cotidianas y aprender estrategias para gestionar sus sentimientos y relaciones. En este artículo te propongo una selección de cortos recomendados, con pautas para sacarles el máximo provecho en casa o en el aula.


¿Por qué usar cortometrajes en educación emocional?

  • Lenguaje visual: Las imágenes y sonidos facilitan la comprensión emocional, especialmente para los más pequeños o con dificultades de lenguaje.
  • Duración breve: Mantienen la atención sin saturar ni aburrir.
  • Contextos reales o simbólicos: Permiten explorar conflictos, alegrías, miedos y aprendizajes de forma segura.
  • Fomentan el diálogo: Invitan a compartir opiniones, empatizar y buscar soluciones en grupo.

Cortometrajes recomendados y objetivos

CortometrajeEdad recomendadaTema principalObjetivo educativo
El viaje de Chihiro (fragmento breve)+8 añosAdaptación y valentíaAfrontar cambios y miedos
La luna (Pixar)4-8 añosFamilia y sueñosValorar vínculos y expectativas
El monstruo de colores3-7 añosEmociones básicasIdentificar y nombrar emociones
Cuerdas (Pixar)+6 añosAmistad e inclusiónEmpatía y aceptación de la diversidad
Bao (Pixar)+8 añosAmor y desapegoRelaciones familiares y emociones

Cómo trabajar el cortometraje con niños

1. Preparar el ambiente

Busca un lugar tranquilo, sin distracciones. Puedes crear un rincón acogedor con cojines o sillas cómodas y hazle compañía mientras veis el cortometraje.

2. Presentar el tema

Antes de ver el corto, introduce brevemente el tema para que los niños estén atentos a lo que van a observar. Por ejemplo:
«Hoy vamos a ver una historia sobre cómo se siente alguien cuando tiene miedo de cambiar de escuela.»

Plantéalo como algo emocionante.

3. Ver el cortometraje

Procura que el corto sea breve, y si es posible, subtitulado o con narración clara para facilitar la comprensión. Podéis verlo varias veces, captando su atención en las escenas más significativas.

4. Dialogar después del visionado

Haz preguntas abiertas para promover la reflexión y la expresión:

  • “¿Qué emoción crees que sentía el personaje?”
  • “¿Has sentido algo parecido alguna vez?”
  • “¿Qué hizo el personaje para sentirse mejor?”
  • “¿Qué harías tú en esa situación?”

5. Actividades complementarias

  • Dibujar la escena que más les gustó o que les hizo sentir algo especial.
  • Representar con marionetas o juegos de rol la historia o alguna situación parecida.
  • Crear un “diario emocional” donde escriban o dibujen sus emociones después de ver varios cortos.

Frases que acompañan el proceso

  • “Está bien sentir miedo, tristeza o alegría, todas las emociones nos enseñan algo.”
  • “¿Quieres contarme por qué te identificas con este personaje?”
  • “Vamos a pensar juntos cómo ayudaríamos si un amigo se siente así.”

Los cortometrajes son un recurso accesible y efectivo para trabajar las emociones y las habilidades sociales con niños. Integrarlos en la rutina educativa o familiar no solo enriquece la comunicación sino que fortalece el desarrollo emocional y social desde la infancia. ¿Quieres que te prepare una lista ampliada con enlaces y guías para cada corto?

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