En primer lugar, me gustaría comenzar diciendo que no hay un consenso sobre la definición y características del alumno con Altas Capacidades. Podemos profundizar en esto más adelante en futuros artículos.

La finalidad del artículo de hoy es aclarar en qué consiste el diagnóstico y evaluación del alumnado que presenta características compatibles con un diagnóstico de Altas Capacidades.

Cada vez es más frecuente que padres y madres acudan a los gabinetes a solicitar este tipo de diagnóstico porque su hijo/a se aburre en clase, tiene curiosidad por determinados temas, obtiene una notas excepcionales, etc.

En general, los/as padres/madres han leído mucho sobre el tema, sienten que sus hijos/as se identifican con algunas de estas características y quieren salir de dudas con respecto al diagnóstico por dos razones fundamentales: a veces, es pura curiosidad; y otras veces creen que sus hijos/as necesitan de ciertas adaptaciones para desarrollar su potencial y no caer en la desmotivación y el fracaso escolar.

La duda de la mayoría de las familiar es: ¿en qué consiste la evaluación de las Altas Capacidades? ¿en cuántas sesiones se realiza? ¿realmente esto va a ayudar a mi hijo/a?

Con este artículo voy a intentar contestar a estas tres preguntas. No obstante, tengan en cuenta que todo lo referido a altas Capacidades que voy a escribir se refiere al procedimiento vigente en la Comunidad Valenciana.

1. ¿En qué consiste la evaluación de las Altas Capacidades?

Para diagnosticar Altas Capacidades, necesitamos evaluar tres aspectos: inteligencia, creatividad y adaptación social.

En primer lugar, como en cualquier procedimiento de evaluación, es muy importante realizar una entrevista completa a la familia, el/la estudiante y los/as profesores que aborde aspectos del desarrollo durante la infancia, rendimiento escolar, personalidad y estado psicológico, relaciones sociales, etc.

En segundo lugar, hemos de evaluar la inteligencia con pruebas estandarizadas que no sólo nos proporcionen información sobre el Cociente Intelectual, sino también sobre el funcionamiento y rendimiento de otros procesos cognitivos, como la escala Wechsler; contrastando esta evaluación con otra prueba de inteligencia no verbal, como pueden ser las Matrices de Raven. En la Comunidad Valenciana el Cociente Intelectual ha de ser igual o superior a 130, teniendo en cuenta que las pruebas suelen dar este dato en un rango de valores, entre los que tiene que estar el 130 o un valor muy próximo o superior. Esto queda a criterio del evaluador, pues una evaluación siempre ha de tener una parte cuantitativa y una parte de observación cualitativa, que aporte información relevante.

En tercer lugar, hemos de evaluar la creatividad mediante pruebas estandarizadas para ello, como la prueba CREA o Torrance. Conviene matizar que la inteligencia y la creatividad no son conceptos sinónimos, pero no se concibe la alta capacidad sin cierto nivel de creatividad y, debido a esto, es importante medirla con pruebas estandarizadas que permitan no sólo cuantificarla, sino que el evaluador pueda observar objetivamente si esta creatividad se da en el/la alumno/a y es muy superior a otras personas de su misma edad cronológica (85% aproximadamente).

En cuarto lugar, hemos de evaluar el grado de adaptación social a diferentes entornos del/de la evaluado/a con escalas diseñadas para ello. Estas escalas pueden ser TAMAI o la escala ABAS II, por ejemplo. Con la aplicación de estas escalas, no sólo cuantificamos este aspecto, sino que también recogemos información relevante para nuestro diagnóstico a nivel cualitativo.

2. ¿En cuántas sesiones se realiza?

Las sesiones en las que se realiza un diagnóstico son difíciles de cuantificar, pues durante la evaluación puede ser necesario aplicar más test, escalas o pruebas de las que pensamos e, incluso, puede ocurrir que la familia acuda con una sospecha diagnóstica errónea y sea necesario evaluar otros aspectos.

Es deber del profesional, mantener informada a la familia de los aspectos a evaluar, así como el objetivo de los mismos y si observa que la dificultad del/de la alumno/a no proviene de un diagnóstico de Altas Capacidades, sino de otro, comunicarlo a la familia con total sinceridad y que la familia decida si quiere continuar con el proceso.

Siempre hay que tener en cuenta que, cuando se presenta una dificultad, el objetivo no es obtener un diagnóstico determinado, sino el diagnóstico correcto que ayude a solventar dichas dificultades.

Por todas estas razones, no se pueden precisar el número de sesiones, pero sí se debe de mantener informada a la familia del proceso de evaluación para que tengan, en todo momento, la información para decidir si se continúa o no con el proceso de evaluación.

3. ¿Realmente esto va a ayudar a mi hijo/a?

El objetivo de toda evaluación es conocer mejor el funcionamiento cognitivo, detectar las dificultades y las fortalezas del/de la alumno/a y establecer un plan de actuación para ayudarlo que incluya el ámbito familiar, académico y social.

Intentaré ampliar toda la información referente a las Altas Capacidades en futuros artículos. Espero haberos ayudado a esclarecer el procedimiento diagnóstico, que suele causar tantas dudas a las familias.

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