
La ansiedad es una emoción que surge cuando nos sentimos amenazados o en peligro y, como toda emoción, cumple una función. En este caso, la función de la ansiedad es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y preparado para hacer frente a una amenaza: acelera nuestras pulsaciones, respiramos más fuerte para coger más oxígeno, los músculos se tensan, los poros de la piel se cierran, etc.
Cuando pasa el peligro o la persona se da cuenta de que el peligro no es tal, la ansiedad disminuye y nuestro sistema nervioso se reequilibra, desapareciendo todas aquellas sensaciones físicas que indicaban que nuestro cuerpo estaba preparado para enfrentar un peligro.
No obstante, hay situaciones de la vida cotidiana que, a pesar de no ser una amenaza, causan una gran ansiedad, que no desaparece y provoca que la persona acabe evitando la situación.
Este es el caso de los/as alumnos/as que padecen una gran ansiedad frente a los exámenes.
La ansiedad frente a un examen
Hay que subrayar que estar un poco nervioso frente a un examen es normal, incluso puede ser beneficioso porque puede ayudar a concentrarse mejor y agudizar la mente.
Sin embargo, una gran ansiedad frente a los exámenes paraliza al estudiante e incluso provoca que no acuda a los exámenes por miedo al fracaso.
¿Cuál es el trabajo del pedagogo en esta situación?
En primer lugar, si la ansiedad es muy fuerte y la persona necesita ayuda de un psicólogo podemos trabajar de forma coordinada y paralela con dicho profesional, ya que el/la alumno/a ha de conseguir regular su ansiedad, aprender técnicas de relajación y trabajar las inseguridades frente a la situación.
En este último punto, los/as pedagogos/as podemos ser de gran ayuda; pues ayudar al estudiante a prepararse para los exámenes con mayor efectividad le va a proporcionar la seguridad y la autoestima suficientes para conseguir disminuir su ansiedad.
Cómo gestionar la ansiedad frente a un examen
Los/as pedagogos/as, en este caso, trabajamos en tres ámbitos:
- Detección de dificultades de aprendizaje actuales: hemos de saber detectar las dificultades de aprendizaje presentes en el/la estudiante y poder discernir en si son dificultades de aprendizaje (pasajeras) o se trata de un trastorno (permanente).
- Enseñar al estudiante a estudiar de manera eficaz: enseñar a gestionar el tiempo; a organizar el espacio y materiales dedicados al estudio; a adquirir una rutina de estudio adaptada a su ritmo de vida, que pueda mantener en el tiempo sin dificultad; y enseñarle técnicas de estudio personalizadas y adaptadas.
- Enseñarle a afrontar el examen: cómo contestar cada tipo de pregunta, técnicas de organización de la información y redacción, técnicas para resolver problemas, resolver con éxito un examen tipo test, etc.
Una buena intervención pedagógica proporcionará la suficiente seguridad para afrontar el examen, de manera que la ansiedad disminuirá a la hora de ir al examen y realizarlo. No obstante, acompañada de una intervención psicológica que trabaje la ansiedad, será mucho más eficaz.
Esperamos que este post os sirva, tanto a los profesionales para trabajar la ansiedad frente a los exámenes, como a las personas que la sufrís para pedir ayuda al profesional indicado.
Si estás en esta situación recuerda que te podemos ayudar, tanto de manera presencial como online, pide cita con nosotros en el IVANN (Instituto Valenciano Neurociencias) y trabajaremos tanto a nivel pedagógico como psicológico, con un psicólogo especializado en trastornos de ansiedad.
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